Entradas

Mostrando entradas de mayo, 2023

Salud, dinero y amor

Me presento. Soy un hombre sin poder adquisitivo. No quiere decir que no tenga dinero, de hecho, tengo, y el suficiente. Pero sencillamente no puedo manejarlo, así es, no estoy autorizado a manejar dinero. Esto tampoco significa que tenga que venir mi tutor detrás, cada vez que realizo un pago, pero sí significa que para adquirir dicho dinero debo recurrir a él, en este caso ella, ya que es mi madre. Y qué es un hombre con pero sin dinero hoy en día? Qué es uno cuando le han negado el suficiente raciocinio para sumar dos y dos? Ya que en algo así consistió la prueba del forense que me vio antes de enfrentarme a aquel pésimo juicio en el que no disponía ni de abogado. Es cierto, ante su cuestión, no supe responder algo así como cuánto eran dos y dos. Con la salvedad de que las cifras de aquel problema eran mucho mayores, y en tales circunstancias, hasta un erudito se habría confundido. El caso es que mi informe ya estaba redactado, todo se haría según el procedimiento establecido, y aqu

Caer del caballo

  Corría el año 2012. Él era un joven apuesto y temerario. La había vuelto a encontrar. Justo cuando tuvo aquel sueño con su compañera de oficina en el que en medio de una isla caricaturesca rozaba ligeramente sus labios. Y despertó ese día con una fiebre en la boca y sin saberlo, a la noche, un constipado tremendo. Aquella oficina había llegado a acabar con él. El trabajo mecánico, de picador de datos, frente a aquella pantalla, cada día, por más de seis meses, con horarios in extremis, salvándole el culo a la empresa literalmente, la superpoblación de féminas a su alrededor, el carácter de éstas -bueno, ya se sabe-, era como si desde primera hora de la mañana ya tuviesen ganas de juerga, además la mayoría bonitas, y él; con su noción, su persistencia en la idea fijada de la primera, que no tan fijada, digamos… tan solo velada; presentía. Como digo, aquel sueño lo hizo despertar, feliz, como si un gran agobio lo hubiese estado persiguiendo hasta entonces. Era la compañera a la que m

Amor a crédito

  Fue un 21 de Febrero de 2019. Por aquellos tiempos yo andaba dadivoso, estable y con ganas de amor. Pero más bien lo primero. Respecto a lo segundo digamos que había logrado salir de un arduo remolino de locura y además llevaba más de seis años alejado de los psiquiátricos. Seis años en los que había trabajado hasta enfermar, esta vez físicamente. Dicen que estuve al borde de la muerte, a punto de cruzar el umbral. Pero lo único que ha quedado de aquella algarada de médicos tratando de desenterrarme mientras las arenas movedizas me engullían ha sido una marcada cicatriz sobre el hueso nasal a causa de la mascarilla de oxígeno que me impelían a que llevase. Por lo de las ganas de amor, puede decirse que me encontraba en ese punto donde uno cree haberse liberado de una relación caótica al fin, después de muchos años, de su ausencia latiendo de manera recóndita en el interior de uno mismo, y así, estaba de nuevo abierto a todo. Estuve con tres putas, no pude enamorarme de ninguna. La