Entradas

Mostrando entradas de abril, 2025

El apagón

Cuánta resignación y desesperanza. El discurso apocalíptico cala en las gentes de los barrios humildes. Pero ellos ya parecen acabados. “Van a acabar con nosotros, Conchita”… le dice una mujer de cierta edad que se ayuda de un carrito a una joven que la acompaña por la calle. Y ésta le contesta, “pues lo están haciendo muy bien...”. La voz de la mujer se escucha casi como un sollozo. Mientras camina cabizbaja y lentamente con su andador. En el bar que dejo atrás el vocifero de un hombre se encarniza contra otros que están allí pasivamente. Lo escucho al pasar, inevitablemente. “Lo que va a pasar es que van a cerrar todas las empresas y nos vamos a ir a tomar por culo todos”. Y me da tiempo a observarlo. Es un hombre de entrada edad. Pienso en él por un instante, y me digo… -pero señor, usted a estas alturas de la vida ya…-. Vengo de tomar un pequeño almuerzo en una cafetería. He pasado por el bazar chino a comprar unas pilas para la radio. Porque ayer se fue la luz. Y fue un caso de ...

Las cosas que nunca cambian (poesía)

 Las cosas que nunca cambian Un perro que duerme mientras un cigarrillo se consume lentamente entre los dedos de un hombre que escribe Una moto que acelera en la calle en medio de la noche entre el silencio de una ciudad corriente Y siempre algún electrodoméstico y algún chasquido de un hueso acompañando la velada en un hogar incierto Como viento pasan las generaciones como polvo se reducen los ideales y como espigas se peinan los relojes mientras el tiempo corre Somos la risa de unas jóvenes que murmuran entre dientes pequeñas trivialidades que las enrojecen O bien somos la perpetuidad de los mártires que vinimos a este mundo a sollozar sus bienes Sea como sea nunca cambia el ala triste del pájaro que vuela sin conocer sus límites

Interferencias

  Pongamos que siempre escribo estas historias empezando de un modo similar: me levanto… me hinco un par de cigarros… en el borde de la cama… derrumbado. Sí. Casi siempre me levanto así. Y hoy no habría de ser una excepción. El día de hoy, y esta noche en la que escribo ahora, no habrían de serlo. Sin embargo dormí bien, aunque, como digo, ya no sé a qué se debe, si son motivaciones lo que faltan, o ideas, o es algo que va más allá, pero, me cuesta levantarme de la cama, y todo ha ido de un modo regular, corriente, habitual, en el transcurso del día, hasta que, hace escasas horas, se ha topado ante mí y mis padres en la sesión de cine de sábado por la noche, esa película. Marco es un hombre que miente. Que lleva inventando una historia durante más de treinta años. La cual hasta su familia cree. Y esta historia consiste en haberse hecho pasar por un superviviente del Holocausto nazi como prisionero de un campo de concentración. Los engañó a todos. Consiguió con ello ser hasta eleg...