El apagón
Cuánta resignación y desesperanza. El discurso apocalíptico cala en las gentes de los barrios humildes. Pero ellos ya parecen acabados. “Van a acabar con nosotros, Conchita”… le dice una mujer de cierta edad que se ayuda de un carrito a una joven que la acompaña por la calle. Y ésta le contesta, “pues lo están haciendo muy bien...”. La voz de la mujer se escucha casi como un sollozo. Mientras camina cabizbaja y lentamente con su andador. En el bar que dejo atrás el vocifero de un hombre se encarniza contra otros que están allí pasivamente. Lo escucho al pasar, inevitablemente. “Lo que va a pasar es que van a cerrar todas las empresas y nos vamos a ir a tomar por culo todos”. Y me da tiempo a observarlo. Es un hombre de entrada edad. Pienso en él por un instante, y me digo… -pero señor, usted a estas alturas de la vida ya…-. Vengo de tomar un pequeño almuerzo en una cafetería. He pasado por el bazar chino a comprar unas pilas para la radio. Porque ayer se fue la luz. Y fue un caso de ...